Étterem
Kocsma
Disfrutad de la vida, que de la comida nos encargamos nosotros!!!
“LA HUECA” RESTAURANTE DE COMIDA TRADICIONAL
Por medio de la siguiente historia les contare como nacio nuestro negocio de una forma tan particular. Recuerdo que de chiquito mis papas trabajaban mucho y nos quedábamos en la casa de mi abuelita, por lo general, todos los nietos. Para mi, ir donde mi abuelita era algo fantástico, ella era chef retirada de uno de los restaurantes mas distinguidos de la ciudad de Guayaquil, entonces ir a su casa, casi se asemejaba a la sensación de un niño en su primer viaje al parque de diversiones Disney, era espectacular.
Yo, como nieto mayor, debía ayudar a mi abuelita en todo y como no me gustaba… mentira, me encantaba!, hacer los pasteles de sal, los brownies, los dulces de leche, la comida típica de mi abue era espectacular, entrar a su cocina en el momento de la operación, era delicioso, y como buen ayudante yo “revisaba” que todo este bien y rico.
Con el paso de los anos entre a la Universidad y ya no iba a la casa de mi abuelita como lo hacia antes, un dia decidi ir a visitarla ya que nadie me quería contar nada sobre ella, al llegar a su casa, veo el mismo vecindario, los mismo vecinos, los mismos arboles pero esa no era la misma casa de mi abuelita, donde habían quedado todos esos lindos recuerdos de mi abuelita?, me fui tanto tiempo que ella ya no estaba?, y si mi sueno no lo podía cumplir porque quizá ya no vivía ahí?. Con toda la valentía del mundo decidi entrar a su patio para tocar la puerta.
Casi de inmediato me abrió una enfermera y yo le pregunte sobre mi abuelita, llevándome al cuarto donde la tenían sentada, me conto que con el paso de los anos ella sufrio alzheimer y que su luz se fue apagando con el tiempo, pero yo tenia una pequeña esperanza de volver a ver a mi abuelita grande, fuerte y feliz como lo tenia en mis sueños.
Ese mismo dia decidi poner manos a la obra para volver a darla esa ultima sonrisa que mi abuelita necesitaba, quizá para recordarme, la cocina era mi medio y no iba a defraudarla. Empece limpiando toda la cocina que no le habían dado uso hace 10 anos atrás, prendi el horno y empece a cortar los ingredientes para hacer el famoso dulce de leche de mi abuelita.
En el proceso del dulce, sentí que mi abuelita entro a la cocina y con esa misma sonrisa de siempre, me ayudo a teminarla, conversamos toda la tarde, nos pusimos al dia, cuando ya iba a sacar la tarta mi abuelita me da un abrazo, despidiéndose de mi, la verdad pensé que por el alzheimer había sucedido eso.
Al salir mi abuelita del cuarto toda luz se fue apagando, voy a ver que había pasado con mi abuelita y ella ya no estaba, la enfermera me dijo que ayer ya había fallecido y que yo me había quedado dormido en el sofá donde ella me leia cuentos de niño. De mi ojo cayo una lagrima con todo el sentimiento hacia mi abuelita, ese dia decidi que me dedicaría a la cocina y que cada plato lo haría de la manera como mi abuelita habría querido que salgan, y asi fue como nacio el restaurante “La Hueca”, un restaurante al nivel de todos, acogedor, casero y con el amor que toda abuelita tiene para sus nietos.
